lunes, 31 de octubre de 2011

Reconciliados

Aquellas dos almas, una delante de la otra, cruzaron sus miradas con fervor, el fervor de los que estuvieron enamorados. Aquellas dos almas, se perdonaron mutuamente, se excusaron y se propusieron mirar al futuro. Tiempo ha que se conocían, se habían querido a las buenas, y se habían odiado a las malas. Tiempo ha que se conocían, se sabían uno las manías y las cojeras del otro, y el otro no había olvidado ni tan siquiera el lado de la cama preferido por el uno, pues aunque para ellos pareciera una eternidad el tiempo que habían estado separados, 6 años no son muchos, ni para el efímero espacio temporal otorgado a la vida del hombre.

Una vez reconciliados, los que estuvieron enamorados se encargaron de difundirlo, aunque toda cautela fue poca. Conocían del revuelo que su separación había producido en el barrio, dos familias separadas para siempre se cacareaba en los bares más transitados. Y claro, como en cualquier ruptura, el uno se encargó muy dedicadamente en echar pestes sobre el otro, y a su vez el otro, no hacía otra cosa que culpar de la dolorosa ruptura al uno. Reproches de un lado y de otro. Pasado un tiempo tras la separación, quizá no el suficiente ni para el uno, ni para el otro, estos intentaron, como tanto se usa en estos casos, rehacer su vida. El uno buscó a otros, y el otro buscó a unos, pero nunca fue fácil, las heridas nunca llegaron a cicatrizar del todo y el lugar de olvidarse el uno del otro, se metieron en constantes reproches, discusiones y demandas de guardia y custodia para hacerse con el infante nacido producto de aquella bella historia de amor. Hasta que llegado el momento, atendieron ambos a razones, aquello no era bueno ni para ellos ni para su prole, había que llegar a un entendimiento, aunque fuera durmiendo bajo el mismo techo, pero en camas separadas.

Los enamorados con sus padrino y madrina.
Así, este sábado 29 de Octubre, con bandera tricolor al frente, Nueva Canarias y Coalición Canaria, hicieron pública su reconciliación, no jurándose amor eterno, pero sí relación conveniente. Se hicieron olvidar todo lo ocurrido tras su infausta ruptura, echaron pelillos a la mar, y con la cabeza muy alta proclamaron su amor ante su público, el que bien les quiere. Y quien los quiera criticar, que critique, proclaman ellos, primero está el bienestar de su infante, al que por separados poco a poco iban perdiendo, sin visos de poder recuperar. Y el lector que lea hijo en lugar de infante, también puede leer poder o mamadera en lugar de prole, que al gusto del que lee escribe el escribiente.